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Miles de nuevos microbios descubiertos en un lugar inesperado
Estos microorganismos fueron identificados en las zonas hadales de las fosas de las Marianas y de Yap, así como de la cuenca de Filipinas.
Miles de nuevas especies nunca antes documentadas han sido descubiertas en el punto más profundo de fosas marinas situadas en la parte occidental del océano Pacífico, informó este viernes China Daily.
Entre octubre y diciembre de 2021, investigadores chinos a bordo del sumergible Fendouzhe exploraron las regiones de entre 6.000 y 11.000 metros de profundidad, conocidas como zonas hadales, de las fosas de las Marianas y de Yap, así como de la cuenca de Filipinas.
Tras examinar más de 2.000 muestras de agua, sedimentos y otros animales como peces y pequeños crustáceos recolectados durante las inmersiones, lograron identificar más de 7.000 especies de microorganismos, de los cuales casi el 90 % no se habían reportado previamente.
Los científicos también informaron sobre el hallazgo de los mecanismos que emplean los microbios hadales para sobrevivir a condiciones de extrema presión, baja temperatura y escasez de nutrientes.
Utilidad del hallazgo
El profesor Xiao Xiang explicó que estos pequeños organismos representan un "inmenso potencial de recursos […] en términos de nuevos genes, nuevas estructuras y nuevas funciones".
Mencionó que también "pueden proporcionar una nueva opción para resolver el dilema del agotamiento de los recursos biológicos", además de ser empleados en "aplicaciones en las áreas de la biotecnología, medicina y energía".
Por su parte, el investigador Zhao Weishu indicó que el estudio de las capacidades "antioxidantes de estos organismos en entornos extremos" permitirá obtener nueva información que podría ser usada para combatir "el envejecimiento y las enfermedades" en los humanos. Estos descubrimientos constan en cuatro artículos publicados en la revista Cell.
De acuerdo con China Daily, la expedición del Fendouzhe estableció varios récords mundiales, entre ellos el primer descenso al punto más profundo de la fosa de Yap, que tiene casi 9 kilómetros de profundidad y donde convergen algunas de las corrientes oceánicas.
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